miércoles, 25 de septiembre de 2013

DIETARIO PERSONAL. IX. LA HUMILDAD.




TODAS las personas tienen un don que uno no tiene (que tú no tienes), es decir, son SUPERIORES a ti en algo. Todos los días hay que ponerse en situación de inferioridad ante las personas que están a nuestro lado o se encuentran con nosotros en algún momento del día. Hay que tener una actitud de admiración y de inferioridad ante ellas; es decir, "HUMILLARSE" , en cierto modo, ante esta SUPERIORIDAD. Eso es muy difícil de lograr. Pero cuando alcanzamos la verdadera humildad, nos integramos en el conjunto de la HUMANIDAD, la amamos de verdad y somos uno más, pero más SABIOS y BIENAVENTURADOS.

DIETARIO PERSONAL VIII. LA IMPORTANCIA DEL SEXO.




Últimamente me he convencido de que el SEXO no debería tener importancia en los seres humanos. Ya sabemos que somos animales y tenemos sexo. Pero cada vez me convenzo más de que las religiones tienen razón -la RELIGIÓN CATÓLICA, en concreto- y que el Sexo debería ser sólo para Procrear o, en todo caso, sólo como Fruto del amor. Cuanto más nos alejemos de los animales y seamos más ÁNGELES, mejor.
Otra cosa es la TERNURA: las caricias, los besos, los abrazos, tan necesarios; diría que IMPRESCINDIBLES. El trato que tenemos con los Bebés o con los Hijos pequeños es el mismo que deberíamos tener en nuestras relaciones de Adultos.

viernes, 20 de septiembre de 2013

DIETARIO PERSONAL VI. EL MIEDO A LA MUERTE.


Dibujo de Carlos d'Ors. 


Frente a la MUERTE hay que ser optimistas y no tener miedo cuando nos llegue. ¿Porqué? Porque si después de la muerte no hubiera nada, ¿porqué preocuparse? Antes de nacer tampoco "existíamos" y no nos preocupaba. Después de morirnos sucedería lo mismo.
Y si tras la muerte existe la Felicidad Eterna, la Paz Perpetua y el Encuentro con Dios, ¿Porqué preocuparse? Sí, Alegrarse.
No es que la Vida no sea Maravillosa, pero la MUERTE al fin y al cabo es una LIBERACIÓN, necesaria, pero Liberación.

lunes, 16 de septiembre de 2013

LOS POETAS DE MI VIDA: PACO SEVILLA


PACO  SEVILLA


PISO  DE DOS DORMITORIOS


Vivir especulados y capullos

en feos y caros pisos con rencillas,
a plazo fijo hipotecar chanchullos
y porvenir de niños sin tortillas.

Habitar una casa y dar la vida
para pagar la antena con la tele,
la suegra cena en vídeo recocida,
los niños que no hay madre que los vele.

Hipanco vacas locas en la sopa
la nómina hace cámaras de popa,
míster carajo el padre de familia.

Quincallas del ajuar fregar con mopa,
meneante vecindario como tropa,
ser familia es cosa de zoofilia...

domingo, 15 de septiembre de 2013

DIETARIO PERSONAL V. EL ATREVIMIENTO.





EN EL DÍA A DÍA COTIDIANO, NOS ARREPENTIMOS MÁS FINALMENTE DE LO QUE NO HICIMOS POR TIMIDEZ, COBARDÍA O FALTA DE VALOR QUE LO QUE SÍ NOS ATREVIMOS A HACER AUNQUE SALIESE MAL.

DIETARIO PERSONAL IV. LA FELICIDAD.

El secreto de ser feliz es soportar bien y superar  la enfermedad, el dolor, la incomprensión, el rechazo, el fracaso y la soledad. Sólo así se puede ser feliz. El débil no puede ser feliz: ése es el drama de muchos seres humanos. Porque, aunque parezca una paradoja, una vida entera de bienestar y salud no basta para  proporcionarnos la felicidad.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Una tablita maestra de FATTORI: LA ROTONDA DE LOS BAÑOS PALMIERI. (dedicado a mi padre, Juan Pablo d'Ors, que en paz descanse).

Hemos visitado en la FUNDACIÓN MAPFRE de Recoletos, en Madrid la deliciosa exposición de LOS MACCHIAOLI italianos. Junto a obras maestras de Silvestro Lega (La limosna, La visita o El canto de un Stornello), de Giuseppe Abbati, o de Telemaco Signorini, hay un artista que destaca entre todos por la inteligencia y modernidad de su arte: Giovanni FATTORI. Y, sobre todo, hay una tablita minúscula (12,5 x 35 cm) que ya a mi abuelo Eugenio y, sobre todo a mi padre, y luego a todos nosotros nos entusiasmaba: La rotonda dei Bagni Palmieri, de 1866. Mi padre hizo pintar en los comienzos de los años 70 de la pasada centuria una copia a un copista del óleo sobre tabla al doble (25 x 70 cm) de las dimensiones de esta obra maestra que fue colocada en nuestra casa veraniega de la Ermita de San Cristóbal en Vilanova i la Geltrú.  Así que desde adolescente, he podido disfrutar "en cierto modo" de la visión de esta tablita; para mí una de las más queridas de la historia de la pintura. 



 La rotonda de los Baños Palmieri  es una de las obras maestras de la pintura italiana y fue pintada por el pintor de Livorno, Giovanni Fattori, que perteneció a la corriente artística que se desarrolló en Toscana de los Macchiaioli ,  representantes del Realismo impresionista en Italia . Es una tablita de reducidas dimensiones (12,5 x 35 cm), óleo sobre tabla, pintada en 1866, que se puede contemplar en la Gallería d’Arte Moderna de Florencia: otro motivo más para viajar a la inolvidable e inmortal “ciudad de las flores”.
 Vemos un grupo de mujeres, de clase media, burguesas probablemente, sentadas en la rotonda de la casa de baños Palmieri, en el paseo marítimo de Livorno , a la sombra de un toldo amarillo ocre. Cada mujer es sorprendida en una actitud diferente. El color está dispuesto en planos horizontales, y la imagen puede ser claramente dividida en secciones, a partir de la parte inferior: playa, mar, una visión de las montañas, el cielo de un azul pálido, el toldo amarillo. Las siluetas de estas mujeres burguesas están claramente definidas, con toques de color y las caras de perfil o de espaldas sin rostro, son anónimas, prestándose una gran atención a la yuxtaposición de colores complementarios, utilizándose los colores puros. El pintor no utiliza muchos tonos diferentes, centrándose en una reducida gama de colores.
Existe una  estructura clasicista del dibujo lineal y colorista: la construcción formal se basa en el equilibrio de color, los trazos son precisos y equilibrados gracias a las relaciones de color son las siluetas de estas damas apaciblemente sentadas cuyo volumen se pone de relieve por la luz que viene del mar.

Hay un aire que nos evocara a la pintura primitiva de Piero della Francesca o de  Fra Angelico . La tabla tiene un formato horizontal alargado, acentuada por la profunda inmensidad del horizonte. El paisaje  de fondo es simple: un área sombreada que se destaca claramente del azul intenso del mar, rodeado por la silueta oscura de la roca y el blanco brillante del cielo.
Las figuras en contraluz dan una mágica sensación de vitalidad y de inmediatez, pero en realidad en la base de la obra hay un estudio minucioso y detallado de la composición de las figuras en silueta, recortadas por planos de color uniformes y complementarios. Es una magistral obra que al tiempo da una sensación de inmediatez en la escena pero de eternidad en el asunto. Obra maestra que nos hace “sentir” y “pensar”: nos produce emoción al corazón y proporciona pensamiento al cerebro. 
Y deliciosa y viscontiniana exposición de los Machiaoli


miércoles, 11 de septiembre de 2013

DIETARIO PERSONAL III. EL DRAMA DEL INTELECTUAL





SIEMPRE HE TENIDO LA IMPRESIÓN 
DE SER UN INCOMPRENDIDO.
ESO ES NEFASTO EN UN INTELECTUAL. 
NO ME CONSIDERO MUY INTELIGENTE
 PERO SÍ UN INTELECTUAL Y UN ARTISTA.
FATALMENTE LA INCONTINENCIA VERBAL E INTELECTUAL 
-SI NO TIENES CARISMA- 
CONDUCE AL FRACASO, LA INCOMPRENSIÓN Y EL OLVIDO. 

lunes, 9 de septiembre de 2013

LOS POETAS DE MI VIDA: JAIME FERRÁN 2. LAS FOCAS.

Peligros y corrupción en la pintura última de Miquel Barceló.




Peligros y corrupción en la evolución de la pintura de Miquel Barceló
¿Cuáles son los peligros y la corrupción en la evolución de la pintura de Barceló? ¿Cuáles son las maldades en que ha incurrido su creación artística?

El problema de toda obra de arte es que al ser un elemento cultural tiene que conservar su espiritualidad trascendente, su resonancia fuera de su propia existencia, es decir “trascender” y salir fuera y por encima de ella misma. No basta ser original o aparentarlo, sino mantener esa originalidad como expresión sincera y auténtica del alma del artista. Miquel Barceló encontró el secreto de su pintura en ese entrañarse orgánicamente con la pintura y lo que representaba o quería figurar en sus obras. Al entrañarse tanto, no pudo escaparse de sí mismo y perdió el control que todo artista –y el pintor también- debe ejercer sobre su propia obra. Barceló al mirarse tanto su propio “ombligo”, por decirlo así, acabó no sabiendo levantar la cabeza y mirar de frente y fuera de sí mismo; esto es, acabó amanerándose. Su pintura dejó de hacernos pensar y emocionar para sólo hacernos “sentir” en algunos momentos. Y sus creaciones perdieron en parte su interés como valor artístico de permanencia. Y he aquí que su lugar como creador en el arte contemporáneo de nuestro tiempo, sin negarle su importancia y talento, perdió relevancia.










Miquel Barceló echado en el suelo en un momento de descanso, contemplando su trabajo pictórico "El mar", realizado para la Cúpula de la ONU, Sala XX de las Naciones Unidas en Ginebra , pinturas realizadas con una pistola de 'paintball', 2008.

DIETARIO PERSONAL II. NADADOR CONTRA CORRIENTE




RECONOZCO QUE CASI SIEMPRE ESTOY EN CONTRA 
DE LA OPINIÓN DE LA MAYORÍA. 
PERO NO PUEDO EVITARLO. 
LA GENTE QUE ME RODEA Y QUE NO ME CONOCE 
CREE QUE LO HAGO POR PREJUICIO; POSE, 
ESNOBISMO O POR AFÁN DE SENTIRME DIFERENTE. 
PERO NADA MÁS LEJOS DE ELLO. 
SIEMPRE HE SIDO "FATALMENTE"
 UN NADADOR CONTRA CORRIENTE. 

sábado, 7 de septiembre de 2013

DIETARIO PERSONAL: I.SOBREVIVIR

SOBREVIVIR NO ES SÓLO SEGUIR VIVIENDO
SINO VOLAR POR ENCIMA DEL PROPIO VIVIR;
 IR MÁS ALLÁ DEL VIVIR PARA CONTEMPLARLO Y DISFRUTARLO
 INCLUSO EN SUS PROBLEMAS, DIFICULTADES Y PENALIDADES.


jueves, 5 de septiembre de 2013

RENOIR, magistral film de fusión entre naturaleza y arte, belleza y dolor.


Hemos visto una de las más bellas y amargas películas de los últimos años: RENOIR, de Gilles Bourdos. También una de las más inteligentes y profundas: una obra maestra.  Con una magistral interpretación de Michel Bouquet, el actor fetiche de Claude Chabrol, en el papel del gran pintor impresionista de sensuales y carnosos desnudos de mujer, Pierre Auguste Renoir, retrata los últimos años de la vida del pintor, viudo (Madame Renoir había fallecido en el mes de junio de 1915) y con una feroz artritis de piernas y brazos, y retirado en su preciosa villa campestre de Cagnes, entre los paisajes marítimos de la Costa Azul, las frondas de árboles azotados por el viento entre ríos y cascadas, y la campiña agrícola de la Provenza, pintando a su última modelo Andrée o Dedée, Catherine  Hessling (estupendo el papel interpretado por la pelirroja y sensual Christa Théret). Pero la película también retrata a su hijo Jean Renoir (el que en el futuro será el genial cineasta), interpretado disciplinadamente por Vincent Rottiers, herido de guerra y convaleciente, que se enamora locamente de la modelo de su padre y con la que después se casa, y que ya por entonces empieza a sentir el “gusanillo” del cine. En 1914, cuando estalla la guerra, Renoir tiene sesenta y tres años, su hijo Pierre, veintinueve, y Jean, el segundo, veintiuno. Ambos jóvenes son llamados a filas y resultan heridos. La lucha de este hombre inválido es una página heroica de la historia del Arte. Solitario y viejo, cascarrabias y narcisista, con varias criadas y doncellas a su servicio, Renoir continúa pintando: su etapa final que coincide con los años de la 1ª Guerra Mundial, es en verdad prodigiosa también.  Sus desnudos finales son testimonio último e imperecedero de su gozoso cromatismo. Aquellas carnosas baigneuses de piel rosada, pequeños y duros pechos y amplias caderas que su modelo Andrée le inspiró en la contemplación de su blanco y rosado cuerpo, culminaron en las Ninfas de 1918. La película refleja el sufrimiento de la decadencia física del pintor, pero también la pasión y el placer de pintar, de acariciar el lienzo con la delicuescencia del color.
Pero la película en su grandeza muestra también el dolor y el sufrimiento, aunque en palabras del propio pintor, “el dolor pasa, la belleza permanece”. Hay una fusión entre naturaleza y arte: “si no entiendes lo que es la carne de una modelo al natural,  no entiendes lo  que  es la pintura”.

El pintor (como todos los pintores impresionistas) elimina de su paleta el color negro: “bastante dolor y sufrimiento hay en la vida como para meter el negro en los cuadros”, le dice a su hijo Jean que le ayuda a poner los colores en la paleta. Esa fusión entre vitalidad y decadencia física, entre vida y muerte, está magistralmente salpicada a lo largo del film: la joven y bellísima modelo en bicicleta, viendo a su paso a los jóvenes soldados heridos por la guerra; la escena del pequeño Cocó entre vigorosas cascadas y agua que fluye con fuerza que encuentra un zorro muerto desangrándose; los jóvenes que se arrojan al agua del mar y vemos cómo sus atléticos y juveniles cuerpos hacen el muerto en el agua; el pintor, inválido en su silla de ruedas, que ve a las jóvenes doncellas retozando en el agua, azotándose sus vestidos y cabelleras por el viento… Y siempre presente el sol y sus reflejos, sol de mañana o de atardecer, en una naturaleza plena de color y vida. ¡Qué maravilla!